Principios y
tendencias del estudio de lo religioso.
Principio Racionalista
Consiste en una postura que admite una complementariedad
entre filosofía y religión.
Racionalismo
El término “racionalismo” tiene un significado muy
amplio: en general, llamamos racionalista a toda posición filosófica que prima
el uso de la razón frente a otras instancias como la fe, la autoridad, la vida,
lo irracional, la experiencia empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree
que el fundamento, el principio supremo, es la razón. Junto con ello, cabe ser
racionalista en relación con un género de cuestiones y no serlo en relación con
otro: por ejemplo se puede reivindicar la necesidad del ejercicio de la razón
en política y rechazarlo en religión.
Pero el término “racionalismo” se usa comúnmente en la historia de la filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción.
Sin embargo, a pesar de que pueda recibir distintas acepciones y aplicarse en esferas distintas, el término “Racionalismo” se utiliza primordialmente para referirse a la corriente filosófica de la Edad Moderna que se inicia con Descartes, desarrolla en la Europa continental con Spinoza, Malebranche y Leibniz, y se opone al empirismo que en esta misma época tiene éxito en las Islas Británicas.
Pero el término “racionalismo” se usa comúnmente en la historia de la filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción.
Sin embargo, a pesar de que pueda recibir distintas acepciones y aplicarse en esferas distintas, el término “Racionalismo” se utiliza primordialmente para referirse a la corriente filosófica de la Edad Moderna que se inicia con Descartes, desarrolla en la Europa continental con Spinoza, Malebranche y Leibniz, y se opone al empirismo que en esta misma época tiene éxito en las Islas Británicas.
Los rasgos que mejor caracterizan al racionalismo
moderno son los siguientes:
1. La tesis de que todos nuestros conocimientos acerca de la realidad proceden no de los sentidos, sino de la razón, del entendimiento
mismo.
2. El conocimiento puede ser construido
deductivamente a partir de unos primeros principios.
3. Los primeros principios del conocimiento no
se pueden extraer de la experiencia empírica sino que se encuentran ya en el
entendimiento: el innatismo de
las ideas.
4. Consideración de la deducción y más aún de la intuición intelectual como los métodos más adecuados para el
ejercicio del pensamiento.
5. La consideración de la matemática como ciencia ideal.
6. Reivindicación del argumento ontológico para la demostración de la existencia
de Dios.
7. La apreciación
optimista del poder de la razón, ésta no
tiene límites y puede
alcanzar a todo lo real.
Principio Positivista
Según los tres estados de A. Comte la religión es el primer
nivel de la humanidad.
La Ley
de los tres Estados es una teoría concebida por Auguste Comte en su obra Curso de
filosofía positiva (1830-1842). Se afirma que la sociedad en su conjunto pasa por tres estados teóricos diferentes: el estado
teológico, o ficticio; el estado metafísico, o
abstracto y por último el estado científico, o positivo. El primero es un punto de partida
necesario para la inteligencia humana; el segundo está destinado únicamente a
servir como etapa de transición y el tercero es su Estado fijo y definitivo.
Estado Teológico o Ficticio[editar]
(1) El Estado teológico se refiere a la explicación por las
deidades personificadas. Durante los primeros Estados, la gente creía que todos
los fenómenos de la naturaleza eran producto de la creación de lo divino o lo
sobrenatural. Los hombres y los niños no consiguieron descubrir las causas
naturales de diversos fenómenos y por lo tanto les atribuyen poderes
sobrenaturales o divinos. Comte dividió este Estado en 3 sub-estados.:
1A. Fetichismo - El fetichismo fue el estado primario del
estado teológico de pensamiento. A lo largo de este estado, los pueblos
primitivos creían que los objetos inanimados tenían un espíritu vivo en ellos,
también conocido como el animismo. La gente adora a objetos inanimados como
árboles, piedras, un trozo de madera, erupciones volcánicas, etc.
1B. Politeísmo - La explicación de las cosas se da mediante
la utilización de muchos dioses. Los pueblos primitivos creían que todas las
fuerzas de la naturaleza eran controladas por diferentes dioses, algunos
ejemplos serían el dios del agua, el dios de la lluvia, el dios del fuego, dios
el aire, o el dios de la tierra, etc.
1C. Monoteísmo - Monoteísmo significa creer en un Dios o de
Dios en unidad; atribuyendo todo a una única deidad suprema.
Estado Metafísico (Abstracto)[editar]
El Estado abstracto es la extensión del Estado teológico. El
Estado metafísico se refiere a la explicación por la explicación abstracta,
impersonal. Generalmente, las personas trataban de creer que Dios era un ser
abstracto.1 También creían que un poder abstracto o ciertas fuerzas ocultas
guiaban los acontecimientos del mundo. El pensamiento metafísico descarta la
creencia en un Dios concreto. La naturaleza de la investigación era legal y
racional en la naturaleza. Por ejemplo: En la clásica sociedad hindú, el
principio de la transmigración del alma, el concepto y la resolución de la
reencarnación, las nociones de virtud se rigen, en gran medida, por la ardua
metafísica.
Estado Científico o Positivo [editar]
El Estado positivo, también conocido como Estado científico,
se refiere a la explicación científica basada en la observación, la
experimentación y la comparación. Las explicaciones positivas se basan para su
justificación en un método distinto, el método científico. Durante este estado,
los seres humanos trataron de establecer relaciones de causa y efecto. El
positivismo es una manera puramente intelectual de ver el mundo, que a su vez,
hace hincapié en la observación y clasificación de los datos y los hechos.
Comte propuso una jerarquía de las ciencias basada en la
secuencia histórica, con áreas de conocimiento que pasa por estos estados en
orden de complejidad. Las áreas más simples y más remotas de conocimiento -
mecánica o física - fueron las primeras en llegar a ser científicas. Estas son
seguidos por las ciencias más complejas, las que se consideran más cercanas a
nosotros.
La ciencia, entonces, de acuerdo a la "ley" de
Comte, se desarrolla en este orden: Matemáticas; Astronomía; Física; Química,
Biología, Psicología y Sociología. Una ciencia de la sociedad es, pues, la
"ciencia reina" en la jerarquía de Comte, ya que sería
fundamentalmente la más compleja. A través de las ciencias sociales, Comte
creía que se podrían remediar todos los males sociales humanos.
Principio Evolucionista
Se piensa en la religión como un fenómeno sencillamente
evolutivo.