jueves, 21 de enero de 2016

Ponencia de Teología Práctica en el Contexto de América Latina -Prácticas Pastorales


Ponencia de Teología Práctica en el Contexto de América Latina



La obra a analizar anunciada es Teología Práctica en el Contexto de América Latina de Chistoph Schneider-Harpprecht y Roberto E. Zwetsch (Orgs.). Esta obra nos entrega un análisis desde el punto de vista teológico latinoamericano de los hechos contemporáneos y la iglesia en este tiempo, el capítulo a revisar en este presente documento comprende los aspectos de las Prácticas Pastorales en la Teología Práctica en el contexto latinoamericano, conceptos como la Modernidad y Post-modernidad aparecen discutidos. La importancia de la praxis es latente en el pensamiento expresado en esta obra así como entender que los modelos tal cual como los encontramos en los libros difícilmente podrían ser aplicados en la realidad, el autor termina el capítulo con una reflexión importante acerca de pastorear la iglesia en lo que se refiere a la esperanza y lo que denomina Pastorear la Esperanza.

En este mundo tan complicado de acontecimientos diversos y la diversidad de prácticas religiosas y pastorales, se discute en torno a modelos a seguir, el poeta dice “el camino se hace al andar” sin embargo no se puede prescindir de instrumentación que orienten dicho caminar y el texto pretende ser una colaboración en la búsqueda de estos instrumentos. Como el ser moderno está inmerso en un mundo complejo se hace también complejo abordarlo desde la perspectiva teológica pastoral, la modernidad y la postmodernidad surgen de este cambio de paradigmas y claramente no se puede abordar el tema desde los enfoques conocidos sociológicos y económicos para comprender la realidad, por lo anterior aparece una oportunidad de ampliar el campo de conversación entre las ciencias humanas y la religión.   

Frente a esta situación en que la modernidad entra en una fase más compleja, varios autores otorgan nomenclaturas diferentes, es así como S.P. Rouanet propone utilizar el término “neo-moderno”, Enrique Dussel porpone el concepto de “tras-modernidad” en este avance de mentalidad más liberador y racional. Luis Brito García indica el término de “contra-moderno”. Todos estos son esfuerzos por comprender el mundo actual.

El autor expone los conceptos de Éxodo y Cautiverio llevándolos al presente actual e indica que en la realidad no basta con basarse en los índices de la pobreza, existe una articulación entre muchos factores económicos, tecnológicos, político, culturales, es decir no comprende un contenido uniforme, debido a estos cambios aparece la exclusión, menciona el término cautiverio relacionado a los 500 años de la historia del continente, un tiempo más largo que el cautiverio babilónico, donde los opresores despreciaban nuestros dioses, nuestros ritos, nuestras costumbres, en donde nuestras mujeres son tratadas como objetos, golpeados, marginados, fuimos verdaderos inmigrantes, sin embargo no lograron vencer. El punto de este cautiverio es donde se llora, se vive la nostalgia, la ausencia, la violencia en otras palabras se sobrevive y se lucha.

En cuanto al éxodo lo expresa en la voluntad de caminar a un futuro mejor esto aparece de manera de un fanatismo mesiánico, en donde no importa el tiempo en que se vague sin rumbo.

Modernidad sufrida y soñada; expresa que la modernidad en si con sus avances soñados de los cuales se beneficiaron algunos pero también para gran parte de las personas disfrutar de esto estuvo fuera del alcance de sus manos, como lo indica Alberto Moreira de nacer de ideas de libertad, igualdad y fraternidad en fin de cuentas produce sectores marginados y excluidos.

Lo moderno como transitorio; en la ambigüedad de la modernidad la pastoral es dividida por Joao Batista en: a) pastoral tradicional basada en el poder de la iglesia, en el miedo, que pretende salvar al hombre de un mundo perverso y peligroso. B) pastoral-fermento, pastoral penetración, pastoral testimonio, sin embargo existen sucesos como los golpes de militares de 1960 que generan un conflicto. Por otra parte Paulo Freire identifica tres tipo de sociedad; la sociedad cerrada que actúa de manera tradicional donde la iglesia pasa a ser el refugio de las masas; sociedad donde las masas emergen modernizando la iglesia y sociedad en transformación revolucionaria, profética, utópica y esperanzadora. Todo apunta a una iglesia modernizadora, de la pastoral a la profética anhelada.

El control de la modernidad; existe según Peter Berger en América latina un cambio que sería la postmodernidad, un cambio revolucionario que va más allá de la modernidad, esta idea es compartida con Paulo Freire e Ivan Tillich, la tecnología jugaría un papel importantemente prometedor en esto. Explican además que los cuerpos humanos presentan los símbolos de la modernidad, también las estructuras de conciencia están superpuestas a la mente humana, es decir, los cambios de mentalidad y paradigmas están en la mente de los actores, por eso se estudia por la sociología del conocimiento este “utopismo de pedantería”, entonces a los cristianos viene el desafío de combinar ese utopismo con el utopísmo visionario del Reino de Dios que se instala en nuestro medio.

Lo moderno como posibilidad; no se trata de incluirse o no en la modernidad por esto Pedro Demo indica que no está en cuestión si nos modernizamos o no, sino que si nuestra participación es como objetos o sujetos. No debe interesar el triunfo de la modernidad según Alberto Moreira, sino pastorear y ver la evolución desde las clases populares. Se habla de la superación de la modernidad y ante esto Paulo Freire indica que debemos ser progresistas, es decir enseñar a aprender, por esto la pastoral popular está en tensión.
En este camino la teología pastoral según Leonardo Boff debe asumir la secularización como parte del camino a recorrer, lo mismo que hace la teología de la liberación cuando ve el Reino presente en la lucha de los pobres sean cristianos o no cristianos, lo mismo pasaría con la democracia y todo lo que afecta a la ciudadanía.

Modernidad y fe; el autor expone la propiedad de variación de la fe dependiendo del momento histórico en el que se vive y se apoya en el pensamiento de James Fowler quien clasifica la fe de la modernidad en un tipo “fe individuativo-reflexiva” que es una etapa desmitologizadora, este autor mencionado categoriza la fe en seis tipos. La identificación de tipos de fe expresa, tiene que ver entre la relación de la vida con lo trascendente y no tendría que ver directamente con un crecimiento espiritual, también expresa Fowler existe una comunidad ideal “ecología de la fe” donde hay respeto por distintos tipos de fe y tomado de Lutero como descentralizar en dirección a la cruz de Cristo. Para la formación teológica implicaría entender el conocimiento académico en una perspectiva más amplia y variada de estilos de espiritualidad y fe.

Existen nuevas posibilidades para la pastoral en los desarrollos de la modernidad y los  presenta en los siguientes cinco puntos:

1)       Del antropocentrismo machista de la modernidad, donde el ser humano es visto como la corona de la creación, a el biocentrismo de lo postmoderno, donde el ser humano se puede concebir de otra manera tanto él como su posición en el universo. Edgar Morin apresa en este sentido “minúsculos humanos, ..minúscula película de vida..minúsculo planeta perdido en un descomunal universo”  y a partir de esta lectura debiera surgir otra ética fraternal “seamos hermanos.. solidarios .. en esta aventura desconocida”
2)      La complejidad en estas etapas (modernidad y postmodernidad), indica que es enorme y que se debe abordar todos los componentes, no elementos aislados, sinó que cada componente funcionaría de manera especial de acuerdo con su posición en el sistema no de acuerdo a su ‘naturaleza’, llama a no desmotivarse ni paralizarse por esta realidad sino que se debe tomar como una oportunidad.
3)      Habla de dos fuerzas aparentemente contradictorias; las centrípetas que fragmenta y es pluralista (modernidad), y las centrífugas que promueve la aproximación de los bloques de países y asociaciones globales. En definitiva para la pastoral mantener la tensión entre estas, es decir permitir la pluralidad de las expresiones de fe y también integrar estas mismas (sumar las partes) manteniendo todo conectado.
4)      La perspectiva del tiempo nos obliga a diferenciar la sociedad en esta perspectiva como lo realiza Margareth Mead que ve tres tipos de sociedad; post-figurativas en que se determinan por su pasado, las configurativas que se acentúan más en el presente y las pre-figurativas en que su punto de referencia está en el futuro, que es lo que se presenta en América latina las personas eligen tipos de iglesia que se identifiquen con su tipo de visión de las antes mencionadas.
5)   La actuación de la iglesia en la pluralidad, se debe definir el rol de la iglesia en el mundo fragmentado.

La praxis; es determinante para la pastoral, el mundo mismo es producto de la praxis humana, la pastoral no es una cuestión filosófica y es necesario incluir en la teología otros elementos como son el cuerpo, los sueños, esperanzas, mitos, símbolos del ser humano, la pluralidad de las personas, considerando que aunque fragmentado no  deja de ser Reino.

En cuanto a los modelos, en la complejidad actual no es posible seguir modelos rígidos y hay diferencia entre teoría y práctica en este sentido que debe ser entendida, el modelo no es una foto de la realidad (realismo ingenuo), o como indica el positivismo que el modelo resume los datos, o una ficción útil (instrumentalismo), el autor defiende el realismo crítico, en donde los modelos son intentos por representar el mundo y en este sentido se permite la definición de criterios para el análisis, según Vitor Westhelle la reforma de Lutero era “mirando al pueblo en la boca” para ayudarlo a expresar sus aspiraciones, se debe buscar formas adecuadas para hoy.

Se motiva a pastorear la esperanza, en que se necesita cuidar la esperanza para que no se transforme en desespero según Paulo Freire.  La esperanza es frágil, se la debe cuidar y orientar, así como se debe buscar la esperanza perdida, entendiendo que vivimos en el mismo mundo con las otras personas con búsquedas y contradicciones.

Se apunta a un concepto práctico en este punto en donde se indica que nuestro testimonio es lo que ha generado el Espíritu en nosotros, y no se orienta por lo que “sabemos” sino por quien amamos y lo que esperamos.  



Espero que este análisis de este tema sea de gran utilidad y enriquecimiento para vuestras vidas, tal como lo ha sido para la mía. Espero que Dios les Bendiga grandemente.



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